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Blog de una Futura Profe

Recuerdos

¡Qué fin de semana!

¡Qué fin de semana!

Estando en Madrid, nos hicieron una visita Ramón y Vanessa, unos amigos de Terrassa. Nosotros lo pasamos muy bien y creo que ellos también. Fue un fin de semana intenso, pero no agobiante.

Entre otros lugares visitamos El Escorial y allí comimos en un restaurante muy peculiar, tanto por el espacio como por la indumentaria de los cameros. Era todo muy típico. Se comió muy bien (y sino que se lo pregunten a Ramón, ¡jeje!). En la foto estamos Ramón y Vanessa, al fondo, y Sergio y yo en primer plano.

La verdad es que aunque nos conocemos recientemente hemos conectado muy bien los cuatro. Nos gusta estar con ellos y espero que ellos también lo pasen bien con nuestra compañía. ¿Cuándo repetimos? Gracias por todo, ya lo sabeis.

Calçotada

Calçotada

El domingo estuvimos comiendo en un pueblo cerca de Manresa, en Canet. Estábamos los seis: mis padres, Laura, Javi, Sergio y yo. Hicimos una calçotada.

Los calçots son brotes de cebolla tierna cultivados especialmente para ser cocidos a la brasa y se comen con una salsa. Como se puede ver en la foto, se suelen comer con un babero para no mancharse. Los representantes del sexo masculino fueron los que más comieron: Segundo (mi padre de siempre, al fondo a la izquierda), Javi (mi futuro "cuñao", a su lado) y Sergio (mi futuro marido, a la derecha).

Después de la comilona de ellos cinco (yo comí muy poquito) nos fuimos a jugar al futbolín y al billar; sí, sí, mis padres también vinieron. La verdad es que fue muy divertido y, sobre todo, novedoso. En fin, digno de recordar. A ver si repetimos algo así pronto.

Puesta de bandas

Puesta de bandas Viernes 11 de junio de 2004 en el Auditorio de la Universidad de Almería. Celebración: puesta de bandas de Filología Hispánica. Acompañantes: mis padres, mi hermana Laura (llegados desde Barcelona), mi novio, mis suegros, mi "cuñailla" Celia y mi cuñada Sonia y su novio.
El acto duró unos cuarenta minutos pero estuvo cargado de mucha emotividad. No estábamos todos los que éramos, pero una gran amiga estaba junto a mí. Paqui (con un traje verde) estaba guapísima y radiante. Era la única amistad sincera e importante que estaba allí.
El discurso por parte de los alumnos fue genial. Trini y Maite se dedicaron a comentar anécdotas de compañeros y profesores de los años en la universidad. El auditorio estaba bastante lleno pero sólo nos reíamos nosotras (sólo había un chico-compañero).
La banda me la pusieron fatal pero a mí no me importó. Estaba muy emocionada por tener cerca a las personas que más quiero y porque estuvieran orgullosos de mí y de mi trabajo durante cinco años.
Fue un día inolvidable.
Paqui, te echo de menos. Gracias por escucharme tantas veces y por los buenos momentos vividos. Estoy segura de que llegarás lejos...

Flamenco

Flamenco El flamenco corre por mis venas sin ninguna explicación. Nacida y educada en Barcelona, a los ocho años, sin saberlo entonces, inicié una de mis pasiones: bailar flamenco.
Empecé a bailar siendo una niña y dejé mi formación antes de empezar la universidad. ¡Qué años aquellos! Ensayábamos tres días por semana, pero aunque hubieran exámenes allí estaba yo. Me dolía tanto perder alguna clase... Allí bailábamos, hablábamos, reíamos... Algunas de mis compañeras de grupo también lo eran de clase, así que pasábamos tantas horas juntas y que nos conocíamos perfectamente. ¡Qué rápido pasaban las horas de ensayo!
Tras las clases llegaban los momentos de demostrar lo que sabíamos. Al menos una vez al mes íbamos los sábados a "peñas" flamencas a actuar, junto con cantaores y otros grupos de baile. Recuerdo que las primeras veces lo pasaba fatal encima del escenario. Era muy tímida y me incomodaba un poco sentirme observada. Pero con la práctica esa sensación desapareció y disfrutaba en el "tablao" como una loca! Entonces las actuaciones se me pasaban rapídisimas y me costaba bajarme.
Gracias al flamenco perdí una parte de mi timidez y pude vivir experiencias únicas como bailar en la inauguración del campeonato mundial de taekwondo (o como se escriba) en Barcelona o bailar en la cárcel de "Can Brians" (Martorell) ante presos, un día, y ante presas, otro día. ¡He estado en la cárcel! (Pero de visita ¡eh!) Es impresionante lo que se siente allí dentro. Una puerta se cierra, la otra se abre; cámaras de vigilancia en todos los rincones... Pero también he de decir que, al menos en la que yo estuve, viven muy bien. Tenían sus espectáculos, sus talleres, sus competiciones deportivas... Todos y todas se portaron muy bien con nosotras que no éramos más que unas crías de 13 o 14 años. Algunos de los que más cerca estuvieron, por encargarse del sonido o la iluminación, nos hablaban de ellos y de sus casos. No sentí miedo en ningún momento, sólo impresión al entrar allí dentro.

Hay tantos recuerdos sobre aquel tiempo... Nos gustaba bailar y cada vez lo hacíamos mejor. Nos salió incluso un contrato de 6 meses para bailar en Japón. ¡A nosotras! Hubiera estado bien, pero la edad no lo permitía.
Me encanta bailar flamenco; lo vivo; me llena. Sergio dice que soy una "gitanilla" y yo me enorgullezco de que me diga eso. Hay cosas en la vida que uno no puede controlar y en la mía, entre otras, está el baile. Escucho música y los pies no pueden estar quietos. He visto a muchas chicas querer aprender a bailar flamenco, pero no todas consiguen expresar sentimiento cuando bailan. Eso se tiene dentro o no se tiene.

El baile es vida y a mí, me gusta vivir.

Toledo

Toledo Tras Venecia, mi lugar favorito hasta el momento, se encuentra Toledo. ¡Qué "ricura" de ciudad! Está todo tan concentrado en un espacio y tan conservado... Rodeada por el río Tajo, Toledo es un laberinto de calles medievales llenas de tiendecitas de artesanía. Ya sin mapa y sin nada, me dejé llevar por sus calles estrechas pero no conseguí perderme. Me encontré con don Garcilaso de la Vega, quieto como una piedra, y recordé su quinto soneto: "Escrito está en mi alma vuestro gesto..." Me encontré con don Quijote y Sancho Panza, personajes muy queridos en esta ciudad manchega. Y me encontré con mucho arte pinturesco. Fue un día muy bien aprovechado!

Río Guadalquivir (Sevilla)

Río Guadalquivir (Sevilla) "Sevilla tiene un color especial..." Sevilla tiene encanto, poderío, duende... Yo, que soy tan flamenca y tan andaluza a veces (eso me dicen), me sentí en mi salsa en esta ciudad. Paseé en un coche de caballos por el Parque de María Luisa, la plaza España, la Torre del Oro... Contemplé un atardecer desde el Puente de Triana, sobre el río Guadalquivir teniendo delante la Maestranza y al fondo la Giralda. Esta ciudad me transmitió tranquilidad, ternura, paz! ¡Qué pena que no fuera en abril, con su feria! Da gusto recorrer sus calles y sus monumentos. Sevilla tiene algo especial...

Mezquita de Córdoba

Mezquita de Córdoba Fue en octubre del año pasado cuando visité esta maravilla del mundo! Había escuchado numerosos comentarios sobre esta obra arquitectónica pero hasta que no la vi con mis propios ojos no los entendí. Es sencillamente IMPRESIONANTE. Para llegar a la mezquita crucé antes el puente romano sobre el Guadalquivir, entré en la oficina de turismo para conseguir un mapa de la ciudad y me dirigí hacia la plaza de los naranjos. Esta plaza da acceso a la mezquita.
Todo son columnas, una inmensidad de columnas. Es fácil distinguir las diferentes fases de construcción. Vi las firmas de los trabajadores musulmanes en las columnas y también las supuestas marcas de las uñas de un niño, según cuenta una leyenda.
He viajado por Europa y he visitado monumentos emblemáticos, históricos, de gran belleza... Pero no es necesario irse tan lejos para admirar maravillas. Córdoba, sin más, es una ciudad con magia, que te enamora. A mí me cautivó.

Alhambra de Granada

Alhambra de Granada Es un pecado haber estado en Granada o haber pasado cerca y no haber visitado una de las joyas del mundo andalusí: la Alhambra. Yo fui en primavera, hace ya unos cuantos años, y lo que no imaginaba es habría tanta gente haciendo una enorme cola para entrar. Era un día entre semana y temprano, a las nueve de la mañana estaba allí, pero "¡qué gentío!". Fue muy divertido porque cada uno venía de sitios muy diferentes y, por lo tanto, hablábamos diferentes lenguas. Acabé metida en una conversación en inglés con gentes de Australia y de Estados Unidos.
La visita debe tomarse con calma e ir disfrutando de cada uno de los rincones de las diversas zonas que están abiertas al público. Belleza, belleza y más belleza... Las flores, el agua, la arquitectura, la ciudad a tus pies, Sierra Nevada a tu espalda... No tiene desperdicio! Si tienes suerte, como fue mi caso, y vas en un día soleado, las fotografías que puedes tomar son magníficas.
Tras mi visita pude entender porqué el moro lloraba tras la pérdida de la Alhambra.

Alcázar de Segovia

Alcázar de Segovia En tan sólo medio día se puede visitar el casco histórico de Segovia. Mediante un recorrido que comienza ante el acueducto romano (y la loba amamantando a Rómulo y Remo), pude contemplar y visitar la Casa de los Picos (creo que ése era su nombre; los picos son de hierro y adornan toda la fachada), la Catedral y el Alcázar. Yo me quedo con la impresionante vista del acueducto desde uno de sus extremos y del Alcázar desde abajo, desde la orilla del río, tal y como aparece en esta imagen. El cielo estaba cerrado, pero en ocasiones dejaba escaparse unos rayos de luz...
"El castillo de un cuento con un príncipe y una princesa enamorados" pensé. El príncipe y la princesa estaban aquí abajo y, allí, al borde del acantilado, nuestro castillo.

Sierra de Cazorla (Jaén)

Sierra de Cazorla (Jaén) Hablar de Cazorla y pensar en Sergio es una sola cosa. Descubrí este rincón de Andalucía hace unos cuatro años y he ido ya dos veces. Todos aquellos que sean amantes de la naturaleza, de los deportes al aire libre y alojarse en campings tienen una cita obligada en este paraje.
La foto de arriba corresponde a una parte del trayecto del sendero que transcurre por el valle del río Borosa. Yo llegué hasta la primera laguna después de casi 5 horas de ascenso. Consejo: nunca empecéis a subir a partir de las 12 del mediodía en pleno mes de agosto!!! Tened en cuenta que el ascenso son unas cinco horas y el descenso unas 4 y pico. Yo lo hice y el resultado fue una joven llorando en plena montaña por la impotencia de no poder seguir a causa del cansancio y del calor. Gracias a mi máximo apoyo conseguí llegar a la primera laguna. El paisaje es precioso! Mereció la pena el esfuerzo, pero no tardamos en empezar a bajar porque el sol no detiene su curso.
Para esta excursión no es necesaria una gran condición física, simplemente hay que ir con tiempo. El sendero tiene lugares de auténtica belleza. ¿Os animáis?

Molinos de viento (Castilla La Mancha)

Molinos de viento (Castilla La Mancha) En este rincón de la comunidad manchega se encuentra el lugar con más molinos de viento en un mismo espacio. Es posible visitar el primero de ellos en el que hay una oficina de turismo en su interior. Muy interesante! Pero una sensación mejor provoca situarte en la colina, junto a los molinos y ante el campo castellano. En ese momento es imposible no acordarse de don Quijote y de su batalla con estos molinos. Dicen que es muy posible que Cervantes se inspirara en ellos para ese capítulo. Les han puesto un nombre a cada uno: Rocinante, Sancho, Dulcinea... nada original, pero era lo más apropiado.
Sancho Panza también pudo contemplar este paisaje. Don Quijote se lo perdió.

Universidad de Salamanca

Universidad de Salamanca Cita obligada para una filóloga en lengua castellana. Fue un mes de diciembre y, como es de suponer, hacía mucho frío. Después de hacerme una foto junto al Lazarillo al lado del río Tormes y de visitar la catedral, me planté ante esta fachada, la de la antigua Universidad de Salamanca. Inculta de mí, no conocía la historia de la ranita. Veía que todo el mundo estaba rato y rato observando la fachada... Hasta que escuché a un guía dar las instrucciones para encontrar la ranita. "Si os fijáis bien, en la columna de la derecha, justo encima de... y al lado de..., se puede distinguir un cráneo encima del cual se encuentra la rana". "¡La tengo! Ya puedo estar tranquila; aprobaré el curso". Sinceramente, sin conocer la información es muy difícil hallar el animalito y aun conociéndola... hay que hecharle imaginación al asunto!

Tarifa (Cádiz)

Tarifa (Cádiz) Impresionante la vista desde esta localidad gaditana. Ante ti: el norte de África, Marruecos. No es nada, está tan cerca... Yo me dije: cómo no van a lanzarse al mar en pateras, nadando, como sea, si ven tan próxima la oportunidad de una vida mejor que la suya!
Las corrientes en el punto de unión del Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico son permanentes, al igual que el paso de "veleros y navíos". A la izquierda, el agua cálida del Mediterráneo, a la derecha, el frescor del Atlántico.
Sensación que impone, encontrarte ante la entrada de un continente, para mí, desconocido. Pica la curiosidad y el deseo de descubrirlo.

Cabo de Gata (Almería)

Cabo de Gata (Almería) El sol, el mar, la arena... Desde el mes de mayo ya se puede disfrutar de un día de playa en la costa de Almería. Las pequeñas calas, las que no son accesibles por su situación a todos los visitantes, te ofrecen la oportunidad de alejarte de ese "mundanal ruido" y dejarte envolver por el vuelo de las gaviotas, el murmullo de las olas y los rayos de sol.
Conozco muy bien una cala donde esto es posible. Se llega desde la carretera que conduce hasta el Faro. A media subida se encuentra un pequeño anchurón a la derecha, lugar ideal para dejar el coche, y desde allí se inicia un pequeño camino dirección al acantilado. Los dos únicos accesos a esta cala es llegar por el mar o bajar ese acantilado. La pendiente es pronunciada pero con calma y seguridad (no es necesario ser muy ágil) se consigue.
De un verano a otro se ha notado la subida de la marea. Cada vez hay menos arena y, por lo tanto, menos gente con quien compartirla. ¡Es una gozada! Lo ideal es llegar tempranito y marcharse cuando te obliga la marea. Espero regresar pronto.