Día 15: Notas
Un nuevo lunes en el instituto. La sensación es muy diferente a la de los primeros días. Las caras son conocidas e incluso algunos alumnos me saludan.
La mañana ha servido para hacer un poco más de seguimiento en las clases, así que a partir de ahora ya no especificaré tanto las diferentes actividades sino que mencionaré lo que me ha parecido más importante o digno de ser recordado.
Bea ha repartido en el grupo de refuerzo los exámenes y me ha llamado la atención una frase: "Hago públicas las notas porque todos debemos saber el historial de cada uno". Ésta fue una duda que me surgió hace unas semanas: ¿hay que decir las notas en voz alta?. Por mi experiencia personal no lo haría; creo que me traumatizó el hecho de que mis profesores lo hicieran. Todo lo que ganaba eran comentarios, risitas y burlas de mis compañeros. Hay una frase que me marcó: "¡qué rabia!". El autor, un compañero que iba antes que yo alfabéticamente; su nota, un poco inferior a la mía (no mucho). Recuerdo que detestaba el momento en que el profe o la profe iba a "recitar" las notas.
Lo que observo es que Bea aprovecha ese momento para comentar cosas del examen. Al menos sirve para algo ese momento. Encuentro inútil el recital.
Todo profesor debe estar preparado para la improvisación. Los planes pueden cambiar a última hora, como le ha pasado a Bea con los dos terceros: el aula de informática no estaba disponible. Solución: explicar por encima lo que iban a hacer (que lo harán el lunes) y seguir con el libro. El tema estrella ha sido la lectura de poesía; difícil ejercicio. La cuestión está en hacer una lectura en voz alta, a continuación una lectura en silencio y, en último lugar, una re-lectura comprensiva. Resultado: los chicos realizan una mejor comprensión del texto (y yo también!) ;-)
Me ha gustado el gesto de un alumno de 3ºB: Héctor. Sin yo decirle nada ha compartido su libro conmigo poniéndolo en medio. (Ha dejado ver un poquito ese diamante que lleva dentro).
La cuenta atrás ha empezado ya. Creo que el material lo tengo listo, pero a Bea no le ha dado tiempo de mirármelo; me quedaré más tranquila cuando lo haga.
Me pica la curiosidad: ¿cómo reaccionarán los chicos conmigo?, ¿estarán receptivos?, ¿me lo pondrán muy difícil?, ¿estaré a la altura?... Muchos interrogantes y una sola salida: miércoles 24 a las 12 de la mañana. Informaré!!!
La mañana ha servido para hacer un poco más de seguimiento en las clases, así que a partir de ahora ya no especificaré tanto las diferentes actividades sino que mencionaré lo que me ha parecido más importante o digno de ser recordado.
Bea ha repartido en el grupo de refuerzo los exámenes y me ha llamado la atención una frase: "Hago públicas las notas porque todos debemos saber el historial de cada uno". Ésta fue una duda que me surgió hace unas semanas: ¿hay que decir las notas en voz alta?. Por mi experiencia personal no lo haría; creo que me traumatizó el hecho de que mis profesores lo hicieran. Todo lo que ganaba eran comentarios, risitas y burlas de mis compañeros. Hay una frase que me marcó: "¡qué rabia!". El autor, un compañero que iba antes que yo alfabéticamente; su nota, un poco inferior a la mía (no mucho). Recuerdo que detestaba el momento en que el profe o la profe iba a "recitar" las notas.
Lo que observo es que Bea aprovecha ese momento para comentar cosas del examen. Al menos sirve para algo ese momento. Encuentro inútil el recital.
Todo profesor debe estar preparado para la improvisación. Los planes pueden cambiar a última hora, como le ha pasado a Bea con los dos terceros: el aula de informática no estaba disponible. Solución: explicar por encima lo que iban a hacer (que lo harán el lunes) y seguir con el libro. El tema estrella ha sido la lectura de poesía; difícil ejercicio. La cuestión está en hacer una lectura en voz alta, a continuación una lectura en silencio y, en último lugar, una re-lectura comprensiva. Resultado: los chicos realizan una mejor comprensión del texto (y yo también!) ;-)
Me ha gustado el gesto de un alumno de 3ºB: Héctor. Sin yo decirle nada ha compartido su libro conmigo poniéndolo en medio. (Ha dejado ver un poquito ese diamante que lleva dentro).
La cuenta atrás ha empezado ya. Creo que el material lo tengo listo, pero a Bea no le ha dado tiempo de mirármelo; me quedaré más tranquila cuando lo haga.
Me pica la curiosidad: ¿cómo reaccionarán los chicos conmigo?, ¿estarán receptivos?, ¿me lo pondrán muy difícil?, ¿estaré a la altura?... Muchos interrogantes y una sola salida: miércoles 24 a las 12 de la mañana. Informaré!!!
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Bea -