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Blog de una Futura Profe

Día 12: Sorpresa

El día de hoy ha empezado con una agradable noticia: mi blog, esta bitácora, ha sido descubierto por J.L.Orihuela, un profesor de la Universidad de Pamplona con un amplio curriculum en las nuevas tecnologías y sus aplicaciones. A través de Bea he conocido este hecho y cuando he tenido la oportunidad le he agradecido a este profesor su atención. (He copiado la página donde sale el nombre de este blog y mi nombre para la posteridad!).
Como todos los miércoles la mañana ha transcurrido con las aventuras de don Quijote.
Una constante de Bea, y quizá de muchos profes, es la confusión entre lo que se ha dicho, se ha visto o se ha pedido en cada grupo. Con la lectura del Quijote todavía es mayor esta confusión porque tanto los terceros como los cuartos la realizan. Incluso a mí me ha pasado no estar segura del lugar donde se quedaron. No es cosa de la edad; es natural!
En todos los grupos, a partir de un episodio (Grisóstomo y Marcela) se ha tratado un tema estrella: el amor; "ese sentimiento psíquico y físico". La contextualización en sus clases son continuas, ya lo hemos dicho en numerosas ocasiones. También creo que hay que destacar la pregunta a los chicos sobre qué opinan de algunas de las situaciones que encontramos en el Quijote. Esto da pie para una reflexión intelectual, madura... Me parece positivo!
La lectura es obligatoria para aprobar la asignatura y lo que se pretende no es otra cosa que despertar el hecho de leer. Para forzar a que todos lean, la profesora les ha pedido que hagan un esquema de unas diez líneas de cada capítulo y ha remarcado que lo deben hacer con sus propias palabras. Eso sí, el resumen de un capítulo deben escribirlo una vez que lo han leído, incluso yendo dos o tres capítulos por delante. De esta forma no tendrán la tentación de ir resumiendo a medida que leen.
La clase de lectura, según los "sabios" consejos de la profesora, deben estar abiertas a las propuestas de los alumnos, se debe dejar en ellas un tiempo para leer de forma individual o para trabajar en algo (siempre dar dos cosas a elegir porque así se genera un mejor clima; los chicos no se sienten forzados u obligados a hacer una sola cosa).
Hoy he conocido el nombre de una teoría en educación: la teoría del andamio. Ésta consiste en empezar a enseñar desde una base para después ir subiendo el nivel poco a poco. Bea nos ha explicado que un profesor no puede pedir a sus alumnos imposibles. Tampoco puede pretender que todo sea perfecto (de aquí tantos profes frustrados), sino que debe ir con los pies sobre la tierra y de esta forma, si los chicos ven que pueden, no pierden el ánimo. No sé quién inventó esta teoría, pero no era tonto, no.
La participación, como en todas las clases, es básica en la clase de lectura. A través de ella, la profesora sabe perfectamente quién lee y quién no. Anima a todos los chicos a traer los capítulos correspondientes preparados.

El día de hoy ha sido testigo de una importante reflexión a nivel personal. Tan sólo quiero decir que es positivo analizarnos a nosotros mismos y tener la voluntad de intentar cambiar, solucionar o eliminar aquello que nos produce "tensión". Creo realmente que es positivo trabajar en ello, sólo hace falta que nos demos cuenta o que alguien nos lo haga ver y que tengamos la intención de hacer algo. Tengo un reto, no es fácil, pero emplearé esa constancia de la que hablaba ayer para conseguirlo.

"Poco se aprende con la victoria, pero mucho con la derrota".

1 comentario

Bea -

cuánta razón tienes, Sonia...! Hoy justamente en Edutec2004 (te recomiendo que visites la web http://edutec2004.lmi.ub.es/ un profesor que se llama M. A. Prats (de la Lanquerna) comentaba que hablábamos mucho de nuestros éxitos pero deberíamos hablar más de nuestros fracasos, para aprender.
Sabias palabras. Dos veces escuchadas en un día, quizá sea un mensaje oculto de los dioses... ;-)